Nicaragua, junio 2018– Como viento en popa se han cumplido 45 días desde que la paz en la nación centroamericana considerada la “más segura” de la región ha venido en detrimento. El cese de la violencia ha sido una de las peticiones más claras, pero cada vez aumenta el número de muertos a más de 90 y cientos de heridos.
El proceso que había iniciado la Iglesia católica en el “diálogo nacional” llegó a un impase, cuando las representaciones de los sectores en especial la del gobierno se negó tocar el tema de la democratización del país. Las calles se convierten en un campo de batalla entre las fuerzas paramilitares y policiales contra civiles que continúan manifestándose pacíficamente.
La tensión aumenta y con ella las diversas afectaciones al desarrollo de las actividades clamando al “paro nacional”. Los “tranques” continúan siendo la “única” salida frente a la actual situación, las marchas siguen mostrando la voz de un pueblo que no descansa hasta que la justicia y la paz regresen.
Describir el ambiente que Nicaragua vive actualmente es más que claro, cada uno de los que viven en esta nación e incluso la comunidad internacional tienen seguro cómo se desarrollan las cosas; poco a poco han podido quitarse la venda de los ojos y así ver claramente a una nación consumirse por el deseo de poder ante un pueblo que lucha tras la hora de la verdad, la justicia y la auténtica paz en medio del dolor y la angustia.
Artículo escrito para la Agencia Internacional de Información Salesiana (ANS)
http://www.infoans.org/es/secciones/noticias/item/5610-nicaragua-el-pueblo-de-nicaragua-pide-a-gritos-la-paz