Tras recorrer grandes distancias; un clima agradable, el olor a la naturaleza y una sola meta trazada formaron parte del ambiente para realizar el segundo congreso centroamericano Inspectorial del Movimiento Juvenil Salesiano (MJS), efectuado los días Viernes 12, Sábado 13 y Domingo 14 de Agosto en el Campamento “Vida Joven” en Jinotega, Nicaragua en el cual participaron más de 60 jóvenes que conforman diversos grupos juveniles de este importante movimiento de la familia Salesiana.
Esta actividad inició con alegres dinámicas para preparar la intensa jornada de trabajo. La formación estuvo a cargo del Pbro. David Panezo, SDB, delegado nacional del MJS Nicaragua quien planteó los objetivos, líneas de trabajo y metodología a utilizar para la elaboración del próximo Proyecto Educativo Pastoral Salesiano Inspectorial (PEPSI), para el siguiente trienio.
La Santa Eucaristía marcaba el inicio de la jornada. Durante el transcurso del día se presentaron diversas temáticas planteando de manera detallada la realidad socioeconómica de los jóvenes de la región, la Iluminación eclesial sobre la Realidad Juvenil, la presentación de la Carta de Identidad, los Itinerarios pedagógicos y la revisión del FODA .
Se realizaron cuatro equipos de trabajo, los cuales con gran entrega y compromiso proporcionaron valiosos aportes para la preparación del PEPSI. Nunca estuvieron solos… Los Salesianos y las Hijas de María Auxiliadora acompañaron a los jóvenes en cada momento.
El Congreso también tuvo espacio para compartir experiencias de los participantes en el llamado “Palabras al oído”, en el cual, se brindaron testimonios del proceso que se ha tenido para formar parte de los grupos juveniles.
De igual manera, todos pudieron compartir el talento y la cultura de cada país… Por la noche del sábado, se efectuó el “Momento Cultural” donde el Carnaval de Panamá, las coplas costarricenses y las piezas folklóricas nicaragüenses resonaron en el auditorio. Un pedacito de la tierra que les vio nacer se hizo presente en esta actividad.
Este espacio fue propicio para crear nuevos vínculos; nadie quería despedirse… Una sola razón los unía, el compartir como hermanos, hijos de un mismo Padre quien trabajó incansablemente para que muchos jóvenes tuviesen un hogar, educación, alimento y sobre todo el amor de una familia.
¡Todos somos MJS!