Junio: Dedicado al Sagrado Corazón de Jesús

Tu amable corazón, Jesús humano,

belleza de los cielos y la tierra,

se da en mi corazón, secreto tuyo,

más hondo que el saber de mi conciencia.

Es bello el corazón, por ti creado,

por ti habitado, vida verdadera;

al ritmo del latido cotidiano

mi vida fue contada por tus venas.

Penetro en lo más hondo de mí mismo

y busco en mis dominios mi riqueza;

mi humano corazón que en ti confina

me anuncia que eres tú quien me sustenta.

Lugar de lo posible, corazón,

de todo amor vivido y toda guerra,

a ti, pobre y sublime, en gracia pura

del cielo en carne y sangre el Verbo llega.

Ya puede el corazón, libre y ardiente,

alzar el vuelo en pos de su querencia;

¡oh Cristo, que conoces nuestros pasos,

la historia universal en ti se cierra!

A ti, Padre celeste, Padre santo,

cantamos el amor con voz perfecta;

recibe todo agrado por el Hijo

que ha puesto sus latidos en la Iglesia. Amén